martes, 19 de noviembre de 2013

MANEJO DE LA VID

Posterior a la plantación y hasta el primer invierno se deben tener los siguientes cuidados en el manejo:
  • riegos
Estos deben ser frecuentes dependiendo de la estructura del suelo. En general, en suelos arenosos la frecuencia debe ser la mayor que en suelos arcillosos, los cuales retienen mas humedad.
  • control de malezas
Las limpias deben ser periódicas, de modo de mantener el suelo especialmente la tasa, libre de malezas que compitan por la luz, agua y nutrientes con la planta que se esta estableciendo.
 
  • Fertilización
A mediados de la estación de crecimiento, Noviembre a Diciembre, es recomendable hacer una fertilización nitrogenada de 300 gr, de Salitre o 100 gr, de Urea por planta, antes de un riego, esta fertilización puede repetirse cada 30 o 40 días hasta fin de temporada.
 
  • Amarra
La vegetación puede dejarse libre q que se forme un buen sistema radicular a expensas de una mayor superficie foliar.
para el caso que no se tenga el primer alambre o Rodrigo, es necesario poner un tutor y amarrar tosa la vegetación existente como lechuga a el. Se cuenta con la estructura, se amarran estos brotes al rodrigón.
 





PLANTACION Y FERTILIZACION

Se debe hacer entre los meses de julio a septiembre, ya que de lo contrario la perdida de plantas por deshidratación será alta, como también la perdida de vigor inicial por muerte de brotes nuevos.

Las plantas barbadas, deben llevarse desde el vivero con anterioridad al lugar de plantación y mantenerse en barbecho o bien en una bodega nueva cubierta en sacos húmedos, lo idea es que transcurra el menor tiempo posible entre el arranque del vivero y la plantación.

La planta debe venir  desinfectada del vivero, por lo cual, previamente a plantarla solo se deben revisar las raíces en busca de módulos que indiquen la presencia de nematodos o bien agallas que pudieran haber escapado a la selección echa por el viverista, de observarse algunos de estos problemas, la planta debe ser eliminada.
 
 
Para mayor seguridad es recomendable hacer una pequeña poda de raíces y tratarlas por inmersión en una solución de 0.25% de hipoclorito de sodio por un minuto.

Antes de plantar, en algunas regiones se recomiendan aplicar una fertilización básica de P. K. al hoyo de la plantación, consiste aproximadamente en 400 gr de una mezcla de Superfosfato Triple y sulfato de K en partes iguales. Una vez aplicado el fertilizante, se agrega una palada de tierra, a objeto de no dejar el abono en contacto directo con las raíces.

Una vez terminada la fertilización, se procede a plantar, para ello es necesario que cada plantador tenga su propia tabla plantadora, esta se hace coincidir en sus muescas laterales con las estacas auxiliares existentes a ambos lados de la plantación.

La planta se coloca en la muesca del centro luego se comienza a tapar el hoyo, primeramente en el suelo proveniente de los primeros 20 cm, del suelo, o sea, de la capa superior se apisona fuertemente y se le da un suave tirón hacia arriba a la planta como una forma de ubicarla bien y de verificar si fue apretada la tierra vecina a su tronco. Después de esto es posible retirar la tabla plantadora y termina de llenar el hoyo con el suelo provenientemente de la mitad inferior, y se termina de llenar el hoyo con el suelo proveniente de la mitad.


Cuando se ha terminado de plantar una hilera se traza un surco a lo largo de la hilera y se hace una doble tasa en cada una de las plantas, luego se riega evitando que el agua llegue al tronco. Para las condiciones de secano cada planta lleva una tasa para regalarlas individualmente.




 

viernes, 15 de noviembre de 2013

PREPARACIÒN DEL TERRENO

De acuerdo al terreno que se haya elegido para hacer la plantación, existen varias posibilidades en cuanto a su mejoramiento topográfico, previo a la plantación. Es así como puede ser necesario algunas de las siguientes labores:
 
 
DESMONTE, DESTRONQUE Y/O DESPEDRADURA              
 
Según la cantidad y tipo de troncos o arboles que existan, esta labor puede hacerse a mano, con maquinaria liviana o bien puede ser necesario usar maquinaria de tipo pesado ( buldozer). Cualquiera de estas posibilidades va a estar, en todo caso, determinada por las condiciones del terreno y de la vegetación existente.
 

MOVIMIENTO DE TIERRA                
 
Labor que permite tapar algún hoyo, acequias, etc. Como asimismo, hacer un mejoramiento grosero de la topografía ( mejorar micro relieve).

SUBSOLACIÒN

 Aunque esta practica es recomendable en todos los casos, debe hacerse en suelos poco uniformes o que tengan problemas de una estraga impermeable a cierta profundidad, mejorándose con ello el drenaje de esos suelos y asegurando así una buena implantación del nuevo viñedo.

ARADURA PROFUNDA                     
 
Mediante esta operación se pretende soltar el terreno ante la posible compactación del buldozer, o bien, si no se le ha hecho ninguna de las labores anteriores, comenzar la preparación del terreno. Mediante ello también es posible ir sacando raíces y piedras que hubiese en profundidad.
RASTRAJE
 
Con el rastrojé se consigue mullir el suelo dejándolo libre de terrones y malezas, facilitándose así el trazado, estacado, y holladura posterior. Permite también dejar el terreno en condiciones para hacer el emparejamiento de micro relieve, o bien, la nivelación si ello fuera el caso.

EMPAREJAMIENTO Y/O NIVELACION

Esta operación deja el terreno en condiciones para efectuar una plantación en línea recta que a su vez permite el riego a través de surcos rectos reduciendo velocidad del agua, ya que de lo contrario se produciría mal aprovechamiento de ella, como también provocaría erosión.

El emparejamiento es conveniente hacerlo cuando las condiciones lo permitan incluso para plantaciones en curvas de nivel. Esto permite disminuir el numero de "mellizas" como también mantener una distancia similar entre las hileras. En un terreno disparejo, al hacer el trazado, las hileras se acercan o se separan unas de otras con mucha facilidad, quedando muchas hileras cortas o "mellizas", que hacen mas difícil el manejo.
 
La preparación del terreno, debe hacer entre los meses de enero y mayo del año de plantación.

TRAZADO Y ESTACADO

Se debe realizar una vez terminada la preparación del suelo entre los meses de mayo y julio, pudiendo alargarse, para el caso de la zona del secano, hasta agosto y septiembre; dependiendo de la pluviometría del año, la cual condiciona la época de plantación.

Esta labor es de especial importancia, sobre todo en aquellos casos en que la plantación es previa al posteo y alambrado. Cualquier error en el trazado, traerá errores de plantación, que posteriormente impedirán o complicaran la colocación de postes y estirado de alambres.

Cualquiera que sea el sistema usado, debe disponerse de caminos en torno al futuro parronal o viña de 4 a 8m. de ancho, que permitan el giro del tractor con sus implementos, o bien, el transito de vehículos. También es necesario trazar calles, que delimitan los cuarteles y faciliten la cosecha. El ancho de estas calles pueden variar entre 4 y 8 m.
Por ejemplo, si se trata de separar dos cuarteles de parronal cada uno de 3 has. es conveniente dejar un camino de aproximadamente 6 m. de ancho. El tamaño de los cuarteles dependerá del sistema de conducción, la topografía y de la superficie del terreno elegido para plantar.

Otro aspecto que es común en ambos sistemas de trazado, el cuadrar el terreno y ello tienen relación con el trazado de líneas madres de referencia, que no necesariamente tienen que formar parte de la plantación. Para trazarlas, se toma como referencia un camino, pirca, acequia o cualquier otro punto que por algún costado este delimitando la futura plantación.

Para el trazado se utiliza estacas, que indiquen la ubicación de las plantas y postes. Las estacas deben ser lo mas derechas posibles, de un diámetro de 2 a 4 cm. y de un largo de 40 a 50 cm.

Para efectuar el trazado, existen dos formas:

- Mediante el uso del nivel.
-Mediante el uso de huincha y alambre.

TRAZADO CON NIVEL

Con el nivel se trazan las líneas de cuadratura, líneas madres y maestras hileras de estacas que se colocan cada cierta distancia y en ambos sentidos de la plantación los que sirven para orientar; los espacios sin estacas o cuadrantes se rellenan mediante el uso de un alambre, lienzo o cordel, bien tensados, colocados entre dos maestras a la distancia requerida, los que indicaran la alineación de las estacas.

La separación entre hileras será determinado mediante una tibilla, huincha o bien en el caso de usar alambre, por marcar de soldadura o pintura a la distancia deseable. Lo importante es que el alambre, lienza o cordel este bien tensado y que no sea obstaculizado por piedras o terrones al ser extendido, ya que ello distorsiona la medida y la alineación.

Lo señalado anteriormente es para una plantación en terreno plano o semiplano, o sea, un trazado en cuadro.

Para el caso que la plantación sea en curvas a nivel, se tendrá que buscar las líneas de igual cota o pendiente para posteriormente hacer el estacado.

 Sin embargo, cuando se trata de pequeñas superficies, se pueden utilizar "niveles caseros" (manguera) o bien un ángulo con nivel de carpintero.
 
Para el trazado en curvas a nivel, se debe dejar un mayor número de muestras, pues lo contrario, las hileras que se rellenen posteriormente pueden quedar con una pendiente falseada.
 
El relleno de las hileras se hace con arado tirado con caballo o bien con un tractor con surcadores que vayan siguiendo la curva señalada por las estacas madres puestas en el terreno. 
 
La cercanía entre hileras permite mejor ejecución o copia del trazado. Una vez hecho esto, se procede a señalar el lugar de cada planta sobre hilera.
 
El estacado se puede hacer partiendo de un extremo y siguiendo la curva ya trazada, o bien, trazar paralelas a la línea madre a la distancia de plantación sobre la hilera. Esta ultima, implica solamente un aspecto estético en la plantación pues en el primer caso, siendo mas fácil de ejecutar, quedan las plantas desordenada, en cambio en el otro, ocurre la inversa. 

TRAZADON CON HINCHA Y ALAMBRE

Este sistema es más casero y solo es utilizable en trazado de poca extensión donde es posible reducir algunos errores que se pueden cometer con este sistema, como por ejemplo, poca precisión en los ángulos o bien fallas en el distanciamiento entre una estaca y otra debido a una mala tensión del alambre. Por ello, este sistema es recomendable cuando se trata de plantaciones de gran extensión.
 HOYADURA PARA PLANTAR
 
Esta labor se debe realizar en los meses de Junio a Agosto como fecha máxima, de modo de efectuar la plantación con la planta en receso.


El hoyo debe tener las siguientes dimensiones: 40x40x40cm, y el centro debe coincidir con el lugar donde se encuentra la estaca para; para ellos se utiliza la tabla plantadora. Esta tabla tiene una distancia de 1.5m. de largo con 3 muescas, una al centro y dos equidistante a 70 cm. de ella, permitiendo ubicar la muesca B en la estaca puesta en el terreno y que indica en lugar preciso donde ira la planta.
Existe otro método para hacer el hoyo de plantación y que se usa exclusivamente para viñas, como es el pasar un arado por la hilera. para luego ir plantando a la distancia deseada. en parronales, este sistema no es recomendable pues el error de plantación en cuanto a alineamiento de las hileras es grande.



 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

GENERALIDADES DE LA PLANTA

La vid es una planta perenne, leñosa, vivas y trepadora, con largas raíces que penetran en la tierra, tronco fuerte y abundante follaje, que florece en primavera y da sus  frutos a finales de verano ya principios de otoño. Como gran números de plantas la vid no presenta el mismo aspecto a lo largo del año, si no va pasando por diferentes etapas. La vid atraviesa por un periodo de letargo o parón  invernal, aproximadamente entre noviembre y finales de abril, periodo en que solo podemos ver un recio tronco, brazos con largos sarmientos y zarcillos secos y retorcidos, sin hojas, ni flores ni frutos. Esta parada se debe a que el suelo esta muy frio, por debajo de los 10ºC, y la planta no puede alimentarse al cumplir mal la raíz su función de absorción de alimentos.

Cuando se acerca la primavera y sube la temperatura, sube también la temperatura del suelo por encima de los 10ºC, las raíces pueden absorber líquidos, la planta empieza a nutrirse y al no tener todavía  hojas, expulsa el liquido sobrante por las heridas de la poda. Es el "lloro" de la vid, que se produce generalmente a finales de abril. Su duración e intensidad varia según las zonas, el tipo de poda y el rigor del invierno.

En cuanto la temperatura asciende un poco mas, hacia mediados de mayo, tiene la brotacion de las yemas, pudiéndose ya distinguir  las ramas, las hojas y los racimos. Es la fase de "crecimiento", bastante rápida, depende de la temperatura ambiente , la variedad de la vid, y el terreno.

Avanzada la primavera, con temperatura entre 15ºC y 16ºC, comienza la floración. En el inicio del verano la vid se presenta con largos sarmientos, llenas de hojas y con pequeños racimos apiñados. Se produce entonces la fecundación de las flores, conocida con el nombre de "cierna", que origina la polinización y el cuajo de los frutos. El cuajo va engordando, ayudado por una buena temperatura y por lluvias poco abundantes, manteniéndose verde hasta que empieza a adoptar el color de la uva, dorado o tinto según la variedad, esta fase se conoce como " envero". A partir de este momento la uva empieza a madurar, aumentando los azucares (unos sintetizados por las hojas por fotosíntesis, otros por la transformación del acido málico glucosa y otros procedentes de las partes leñosas de la planta) y disminuyéndose la concentración  de ácidos. Esta época de maduración es delicada: el exceso de calor puede secar o quemar el fruto, el frio puede impedir su maduración, la lluvia puede pudrirlo.   El tiempo para alcanzar la madurez completa varia según las condiciones climatológicas, pudiendo no producirse esta completa maduración. En España suele alcanzarse entre mediados de agosto y finales de octubre.

Coincidiendo con la madurez fisiológica (cuando las semillas alcanzan la fertilidad), antes de la caída de las hojas, se produce el "agostado" fase en que sobreviene la maderizaciòn del sarmiento. Una vez que el fruto  es recogido, la vida vegetativa de la planta continua hasta los primeros fríos invernales. La hoja cae y se cierra el ciclo anual, volviendo la vid al periodo de lactancia invernal.

Yemas: Se encuentran en los sarmientos, embriones del brote constituidos por un cono vegetativo que será el futuro tallo; se componen de pequeñas escamas verdosas que serán las futuras hojas y los futuros frutos. Pueden ser simples (si dispone de un solo cono vegetativo) o compuesta (dos o más conos). Existen diferentes tipos de yemas y su desarrollo es fundamental para la calidad final, siendo las yemas más importantes aquellas que pasan todo el invierno en reposo y tienen su desarrollo en la primavera siguiente.

Hojas: Son vitales para las plantas, ya que son los órganos encargados de sintetizar las sustancias que les sirven de alimento. Todas las hojas presentan unas características similares indistintamente de la variedad de planta, pero también unos elementos diferenciadores (forma, tamaño, color, rugosidad…).

Zarcillos: Son los órganos de sujeción de la planta, y que la vid es una planta aérea. Se encuentran dispuestos en los nudos de los sarmientos en el lado opuesto a las hojas.

Flores: A partir de ellas nacerán los frutos; están dispuestas en los sarmientos y se cuentan por centenas, aunque sólo saldrán entre uno y cuatro racimos por sarmiento.
Fruto: Conocido con el nombre de uva. Cuando la flor está fecundada su ovario empieza a engordar dando lugar al fruto.
La vid puede permanecer en producción durante muchísimos años, cada año repite un ciclo biológico que puede ser influenciado por las condiciones ambientales  y por las practicas agrícolas del hombre.





Raíz: La vid emite una raíz pivotante a partir de las semillas, es decir, una raíz principal de fuerte desarrollo en profundidad con ramificaciones a diversa altura. Sin embargo, la práctica vitícola no hace uso de la germinación de las semillas, sino que reproduce la vid por "estacas" que arraigan en vivero y se trasplantan a la viña. En este caso la raíz se desarrolla de modo fasciculado a partir del extremo inferior de la estaca, si bien, al cabo de los años a partir de zonas más altas de la estaca emiten también raíces.
El tipo de suelo es de gran trascendencia para la forma y dimensión del sistema radicular de la vid. Para un "marco real" de 2 x 2 metros y viña de 20 años de edad, hemos encontrado las siguientes dimensiones:
Tipo de sueloMáxima profundidad (metros)Máxima extensión
(radio en metros)
Máximo absorvente
(a metros)
Arcillo-calcáreo1,151,870,45
Arcilloso-ferroso1,291,420,66
Aluvial1,970,870,87



Vida productiva: La vid vive en producción bastantes años, a veces hasta un centenar, pero con eficacia proporciona uva de vinificación durante unos cincuenta años con una cosecha anual y, por lo tanto, existe un ciclo vegetativo anual que culmina con la vendimia para reiniciarse al año siguiente. Este ciclo, al contrario que para muchos cultivos, coincide con el año legal, ya que la fase de reposo o de letargo de la vid abarca un período cuyo centro aproximadamente es el fin de un año y el comienzo del otro.


Por tanto, la rentabilidad, en base a la cantidad, se estima en unos cuarenta años y por necesidad de amortización de los cuantiosos gastos de plantación se intenta acortar el periodo de "formación" de la cepa. Pero ocurre que si forzamos la productividad adelantamos también la fase de depresión y la rentabilidad alcanzaría a 30 años tan sólo. En todo caso, el conflicto se plantea como en tantos casos, entre cantidad y calidad, puesto que la rentabilidad por cantidad puede alcanzar sólo hasta 40 años, pero la mejor calidad se alcanza a partir del año 20.




lunes, 11 de noviembre de 2013

SELECCION DEL TERRENO

 

La planta de vid crece satisfactoriamente en varios tipos de suelo, el ideal para su desarrollo es el templado luminoso, más bien seco, con veranos largos e inviernos pobres. El terreno seleccionado debe estar libre de sombra de árboles grandes.
 
La planta de vid crece satisfactoriamente en varios tipos de suelo, siempre que tengan buen drenaje y una profundidad entre 0,50 y 1,0 m. Los mejores suelos son los francos arenosos, franco gravoso o franco arcilloso y los suelos calizos, en los cuales se desarrolla bien el cultivo con buena vegetación y maduración con excelencia de los frutos. En los suelos arenosos y de poca fertilidad este cultivo requiere la incorporación de materia orgánica y/o de fertilizantes. El Ph entre 6 y 7 constituye el rango óptimo para el cultivo.
Los factores mas importantes a considerar son los siguientes:

 
DISPONIBILIDAD DE AGUA.

En la zona de riego, la disponibilidad debe ser permanente, o bien dentro de un rango de seguridad de modo que ante un periodo de sequia no peligre la plantación.

Este factor es de vital importancia en la zona del Norte Chico, donde los ciclos de sequia pueden durar varios años en algunos valles o sectores. En la zona de secado, la disponibilidad de agua tiene una relación directa con la profundidad del suelo, textura, contenido de materia orgánica, manejo del suelo y ubicación.


PROFUNDIDAD DEL SUELO

La vid es una planta de arraigamiento profundo, que desarrolla un amplio sistema radicular, de aquí, que lo mas aconsejable es seleccionar suelos profundos, (mayor a 1,5 m.): En zonas donde no se disponga de este tipo de suelos, se podría considerar un suelo mas delgado siempre que no tenga problemas de drenaje.

Conjuntamente con la profundidad, es importante la fertilidad del suelo, ya que suelos fértiles y profundos favorecen una mayor cosecha reduciendo los costos de producción. También es importante preocuparse de la salinidad y altas concentraciones de algunos elementos.


TOPOGRAFIA

Los terrenos planos o de muy poca pendiente son los que producen menos problemas para el manejo general del viñedo, sin embargo, es posible utilizar suelos con pendientes pronunciadas, controlando la erosión mediante plantaciones en curva de nivel.
 

También deberá considerarse el micro relieve del terreno, es decir, aquellas depresiones o montículos de superficies pequeñas. La profundidad del suelo esta determinara en este caso de maquinaria que podría utilizarse para nivelar o emparejar el micro relieve. Si el perfil es muy delgado y a su vez con topografía  accidentada, solo permitirá una leve emparejadura y una plantación en curva de nivel.
 
En zonas de secano, la topografía ondulada no es objetable y hasta puede ser ventajosa.
La topografía del terreno también estará determinando el sistema de conducción del viñedo.

DRENAJE

La mayor parte de las plantas cultivadas no pueden sobrevivir o se ven muy limitadas en su desarrollo si sus raíces permanecen por mucho tiempo sin oxigeno.

En un suelo saturado, el agua desplaza el aire de los espacios entre las partículas y por lo tanto se limita el contenido de oxigeno, provocando una asfixia de las raíces. De aquí que sea importante considerar este factor ya que la vid por su arraigamiento profundo necesita de un buen drenaje. Por este motivo, aquellos terrenos de posición baja que pueden haber sido vegas en años de abundantes precipitaciones, no deben considerarse para una futura plantación a menos que se habilite con un buen sistema de drenaje. Esto mismo es valido para aquellos terrenos que tengan una napa freática superficial.

EXPOSICION AL SOL

Con relación a este aspecto, en general no hay problema en áreas calurosas, pero en áreas mas frías es conveniente realizar la plantación con exposición al norte.

 

 

 CLIMA

La influencia de la climatología es muy grande ya que condiciona la maduración del fruto. La vid tiene  una gran capacidad de adaptación climática. La vid prospera bien entre los 11 y 24º C, habiendo variedades que se adaptan bien a temperaturas más bajas y otras a temperaturas más altas.  Sin embargo, las condiciones  ideales  para su desarrollo es el templado luminoso, más bien seco, con veranos largos e inviernos pobres. Las mejores zonas son las que ocurren pocas precipitaciones, con baja humedad relativa, sol abundante y fuente de agua de buena calidad. En los climas húmedos del subtropico algunas especies viníferas no desarrollan bien.
El clima templado es el ideal para su desarrollo, la vid no requiere mucho calor para brotar, basta de 9 a 10º C, en cambio para la floración y fructificación requiere una temperatura de entre 18 y 20º C.

La temperatura es un factor clave para que la vid realice funciones tan vitales como la respiración, la transpiración o la fotosíntesis. Cuando las temperaturas son elevadas, se aceleran los procesos biológicos de maduración obteniéndose vinos de graduaciones elevadas, dulces o licorosos. En las zonas de elevada altitud, donde las temperaturas son más bajas, la maduración se realiza con dificultad, lo que se traduce en vinos de marcada acidez.

La luminosidad, la cantidad de luz solar que recibe la planta, juega un papel relevante en los fenómenos fisiológicos de la vid. En España se consiguen excelentes caldos en zonas donde la luminosidad alcanza valores muy dispares que oscilan entre las 2.000 horas de insolación directa anual de las comarcas vitícolas del norte y noroeste de la península, y las más de 3.000 horas anuales que, como uno de los valores más elevados del planeta, se registran en el Golfo de Cádiz y algunas áreas del sudeste.

La pluviometría es otro factor de máxima importancia en el desarrollo de la vid. Su influencia afecta decisivamente a la producción cuantitativa y a la calidad de los frutos. Las lluvias características del invierno peninsular favorecen la calidad de las vendimias, al tiempo que la moderada escasez de agua del verano se traduce en bondad para los racimos, hasta el extremo de que las mejores añadas coinciden con veranos secos y calurosos.